¡NO PUEDE SER!
Un jueves – como hoy - de esta última semana de agosto, hace hoy justo 20 años, apareció este artículo en la página 3 de la sección de espectáculos del Newsday, uno de los periódicos más importantes de New York, o lo que es lo mismo de EE.UU. El artículo estaba firmado por Isaac Guzmán, periodista que anteriormente había formado parte del equipo ganador del Pulitzer y que posteriormente sería editor de cultura de Time Magazine. Por si fuera poco nuestra foto también aparecía en la portada de esta sección compartida con Jackson Browne y Bonnie Raitt. Era algo imposible, no podía ser.
Una semana antes habíamos hecho nuestra primera actuación en New York, en la sala Lakueva en Astoria (Queens). Siempre lo recordaré, habíamos llegado desde España un par de días antes. Vinieron a vernos actuar unas 10 o 15 personas, 20 como mucho. Tras la actuación no sabíamos dónde meternos. Creímos que el dueño de la sala vendría y nos diría algo así como “muchas gracias chicos, ya os llamaré” y que esa iba a ser nuestra primera y última vez allí. Pero sorprendentemente él llegó hasta nosotros emocionado, pidiéndonos que por favor volviéramos a tocar de nuevo una semana después, diciéndonos que le había gustado muchísimo, que todo el personal de la sala y los pocos asistentes a la actuación habían quedado encantados y que tuviéramos confianza; que además el periodista que me había entrevistado por la tarde durante la prueba de sonido era muy importante y que eso iba a ayudar mucho. Era sorprendente, era él, el dueño de la sala, quien nos estaba animando a nosotros, que estábamos por allí deambulando bastante desalentados.
Se suponía que la entrevista iba a salir el jueves siguiente. Nos imaginábamos que como mucho y como siempre nos había ocurrido en los periódicos de tirada nacional en España, aquella entrevista que me había hecho ese periodista, quedaría reducida a una minúscula nota de prensa en un rincón perdido del periódico que nadie leería. Pero aún con todo, solo el hecho de salir anunciados en semejante periódico, en el Newsday ¡Buahhh! Eso era muchísimo más de todo lo que hubiéramos podido soñar, y en apenas dos semanas en New York, eso no podía ser. Pero bueno, seguro que finalmente ni saldría.
Siempre recordaré esa mañana soleada cuando me levanté incrédulo para ir a comprar el periódico. Me acerqué hasta un Deli cercano con montones de prensa en la puerta del establecimiento (New York Times, Daily News y Newsday). Compre el Newsday y fui pasando las hojas hasta que di con la foto en la portada del suplemento de espectáculos ¡No podía ser! Después di la vuelta a la hoja y me encontré el artículo ocupando media página 3 compartida con Rufus Wainwright. Los periodistas que lean esto sabrán muy bien de qué estoy hablando ¡De la mejor página del suplemento! Pocas veces en mi vida he sentido tanta alegría por un logro en lo profesional. Llevábamos dos semanas en New York y habíamos conseguido un reflejo en papel impreso mil veces mayor que todo lo que habíamos conseguido hasta entonces en España, en 17 años desde que habíamos fundado el grupo.
Compré varios ejemplares (de los que conservo alguno) y fui corriendo al hotel donde compartíamos una habitación para dos entre cinco (mas cinco carros llenos de instrumentos) a enseñárselo al resto de mis compañeros. Sin duda fue uno de los días más importantes de nuestra vida. El torrente de energía y vida que surgió aquella mañana todavía hoy -20 años después- permanece completamente vivo en el fondo de mi corazón.
Dos días después, el sábado, no pudimos apenas entrar en la sala Lakueva cuando llegamos hasta allí dispuestos a actuar por segunda vez. Estaba completamente llena de público, abarrotada. Poco a poco nos hicimos sitio hasta llegar al escenario mientras el dueño de la sala nos guiñaba un ojo desde la mesa de sonido. Al final de la actuación la fila de periodistas, promotores y representantes de algunas discográficas independientes se agolpaban en la puerta de nuestro camerino. Estábamos en New York, sí, era cierto, lo habíamos conseguido.