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EL SEGUNDO CONCIERTO MÁS IMPORTANTE DE MI VIDA


Hoy hace 32 años que Susana, mi mujer, vino a verme tocar con esta invitación que hace unos días casualmente rescató entre sus recuerdos. Yo se la había regalado la noche de antes de aquél concierto, sin haber hablado hasta entonces ni una sola palabra con ella. Hacía tiempo que la observaba, a distancia, en los lugares de aquella época tan fértil en la música zaragozana, donde coincidíamos muchos de los músicos de aquellas formaciones, casi todos, vamos. Yo sabía que era la mujer de mi vida.


Se debió quedar muy sorprendida, cuando aquella noche del Pilar fui hasta donde estaba y le dije que si no venía a verme a este concierto al día siguiente yo no tocaba. Y vino.

El concierto se celebró en una carpa montada en el patio del que fue mi colegio de los Hermanos Maristas, en la plaza San Pedro Nolasco y años más tarde había sido el instituto donde estudió Susana, algo que yo desconocía.


Por si eso fuera poco Distrito 14 íbamos a tocar abriendo el concierto de Peter Hammill, uno de los artistas más importantes para mí, más admirados en mi vida. Esto era en el 92. Y bastantes años después tuve la fortuna de volver a abrir de nuevo con Distrito 14 uno de sus conciertos en el Festival Luna Lunera de Sos del Rey Católico, histórico, porque era el primero que él celebraba tras haber pasado por un grave infarto y acudió a verle público de toda Europa.


Para mí ambos conciertos fueron un sueño cumplido. Cada vez que Peter Hammill ha venido a tocar a España he ido a verle, sea donde sea, desde el primer concierto que ofreció en el Salón Cibeles en Barcelona en 1986. Y nunca dejaré de estar suficientemente agradecido a quienes me lo descubrieron, mis queridos amigos Fernando Urbano y su mujer Olga Abad.


Pero este del 92 fue el concierto gracias al que vino a verme Susana, y desde esa noche su vida y la mía se unió para siempre, así que hoy es nuestro aniversario y por eso es el segundo concierto más importante en mi vida ¿Y por qué no es el primero? Porque este enero pasado hice una actuación sorpresa y privada para celebrar el 80 cumpleaños de la madre de Susana para familia y amigos y en esa actuación subió a tocar la guitarra conmigo mi hijo en dos canciones, su primera vez, para mí lo más grande que me ha sucedido sobre un escenario. Y por si fuera poco subió Susana a hacer coros en una de las dos canciones. Así que este fue el más importante de todos los conciertos de mi vida. Los tres juntos sobre un escenario. Quién nos lo iba a decir aquella noche del día del Pilar de hace 32 años en que Susana vino a verme tocar. Ella vino y ahí el destino y la vida tomó un rumbo que ni en los mejores sueños yo hubiera podido imaginar.


En aquel segundo concierto más importante de mi vida, nada más salir al escenario, lo primero que hice fue buscar con mi mirada entre el público que llenaba la carpa a Susana, hasta que la vi ¡Sí, allí estaba! Y entonces le hice una señal para que se diera cuenta de que la había visto, me di la vuelta, e indiqué a mis compañeros el comienzo, un, dos, tres, cuatro, de aquella actuación que por mi parte era para ella. Gracias a aquel concierto y a la mayor fortuna que se puede tener en la vida por haberla encontrado en el camino, tuve y tengo lo mejor y más grande de toda mi existencia, su amor y el amor de nuestro hijo.

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